Apague el teléfono mientras se carga. Una cosa para acelerar el proceso de carga es encender el teléfono hasta que esté lleno. Si no lo ha hecho, le recomendamos que lo pruebe; notará que la batería se llena mucho más rápido que cuando el teléfono está apagado. Sin embargo, la desventaja es que no podrá recibir mensajes de texto, llamadas entrantes o correos electrónicos. Pero puede desactivar algunas conexiones inalámbricas cuando no las esté usando, al menos, mientras carga el teléfono.

Verifique la batería por un posible problema de drenaje rápido. Si la batería se agota más rápido de lo habitual, es la razón por la que tarda tanto en cargarse. Hemos publicado un artículo sobre cómo solucionar este problema, le recomendamos que lo lea. (aquí está el enlace)

Verifique el estado del cargador. Si no es la batería o el dispositivo, entonces el problema podría estar en la unidad de carga. Para verificar si realmente es el cargador, puede intentar usarlo en otro dispositivo para ver si se carga bien. O puede usar un cargador diferente para su dispositivo. Después de confirmar que el problema está en el cargador, compre uno nuevo inmediatamente y no use el viejo, ya que podría dañar su teléfono o la batería a largo plazo.

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